Andrés Sahuquillo, siempre en nuestro pensamiento

     Durante mi vida profesional siempre he aprendido de las personas con las que he trabajado, a todos los niveles (compañeros hidrogeólogos, sondistas, etc.). Pero también, siempre he tenido claro quienes han sido mis maestros en la hidrogeología y también en la vida, por su sentido vocacional, de compromiso y servicio a la sociedad. Sin duda, uno de ellos ha sido Andrés Sahuquillo.

     Conocí a Andrés en 1969 en el Servicio Geológico de Obras Públicas (SGOP), en la recientemente creada sección de hidrogeología, con Ramón Llamas al frente. Su dedicación a la gestión conjunta de aguas superficiales y subterráneas, ya quedó plasmada en el Boletín nº 34 (1970) de Informaciones y Estudios del SGOP. Y no sólo la gestión conjunta, sino también la buena gestión (“me preocupa más la gestión del agua que el cambio climático”).

     Durante varios años coincidimos en el SGOP, yo en Baleares en el Comité de Coordinación primero, y después en el Servicio Hidráulico de Baleares (SHB). Posteriormente, durante los años de su labor docente en la Universidad Politécnica de Valencia, nos vimos en congresos, jornadas, etc..

La última vez que nos reunimos fue en el Instituto Geológico y Minero (IGME), en el despacho de Carolina Guardiola, con motivo de la elaboración de la guía de buenas prácticas en la ejecución y clausura de sondeos. Recuerdo como anécdota que le comentó a Carolina con aire socarrón: “el único defecto que tiene Alfredo es que es de Izquierda Unida”. Las diferencias ideológicas nunca fueron impedimento para la amistad y para mi respeto y cariño.

     Cuando yo todavía podía recorrer montañas, conocí un pico en el macizo cárstico de Larra-Belagua: el pico de la Mesa de los Tres Reyes, frontera entre Francia (Bearn), Navarra y Aragón. Me gusta imaginarme allí arriba a Andrés junto a Emilio y Ramón, debatiendo sobre hidrogeología y gestión del agua.

     Aunque Andrés se ha ido físicamente, siempre estará en el pensamiento de los que le conocimos, le apreciamos y aprendimos tanto de él.